EQUIDAD
No
tomar en cuenta la equidad de género en la construcción de la equidad social
hace de esta una tarea más difícil y costosa. En consecuencia, se requieren
políticas de redistribución que eliminen la explotación y pobreza específica de
las desigualdades económicas y la abolición de la división de trabajo según
género, así como políticas de reconocimiento dirigidas a cambiar las
valoraciones culturales que privilegian la masculinidad y niegan igual respeto
a las mujeres2 . Lograr la equidad pasa por el esfuerzo de corregir exclusiones
que han hecho de los hombres urbanos, pertenecientes a los sectores
socioeconómicos medios y altos, los portavoces casi únicos de la población.
IGUALDAD
La
igualdad social es una situación social según el cual las personas tienen las
mismas oportunidades o derechos en algún aspecto así para que todos tengan las
mismas oportunidades en una sociedad y vivir equitativamente y en paz.
Existen
diferentes formas de igualdad, dependiendo de las personas y de la situación
social particular. Por ejemplo, la igualdad entre personas de diferente sexo,
igualdad entre personas de distintas razas, igualdad entre personas
discriminadas o de distintos países con respecto a las oportunidades de empleo
o la igualdad de diferentes razas respecto a derechos de tránsito, de uso de
transportes públicos o de acceso a la educación.
JUSTICIA SOCIAL
Todas las
personas tenemos necesidades básicas comunes, que se traducen en derechos humanos fundamentales: el
derecho a la propia identidad, a la supervivencia, a la educación a expresarnos
con libertad y a ser tratados con dignidad y respeto, por ejemplo.
Cuando estas
necesidades fundamentales no se satisfacen nos encontramos frente a inequidades, que pueden darse
tanto en los países industrializados como en países en desarrollo. Lo que convierte estas situaciones en
injusticias es que pueden ser evitadas: no se trata de problemas
irresolubles a los que no podamos hacer frente, sino que a menudo han sido
provocados por personas y persisten porque mucha gente se desentiende de ellos. La decisión de promover o negar la justicia
social está en manos de las personas, ya sea a escala individual, local,
nacional o mundial.
¿Sabías qué?
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• Las inequidades están relacionadas con los conflictos, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo. La injusticia real o percibida es una de las fuentes más comunes de conflictos y de violencia entre los individuos, los grupos y los países. • Puede ser que la pobreza sea la injusticia más fundamental y más extendida: no permite el acceso a otros derechos fundamentales. • La discriminación es una injusticia que interfiere en las posibilidades que tienen los individuos de desarrollar su potencial. |
INCLUSIÓN
Al
analizar el concepto de sociedad nos basamos en ciertos rasgos característicos
étnicos, políticos, religiosos, etc. que nos unen como un determinado grupo
social, cuando en realidad en términos básicos,
la sociedad debería estar conformada simplemente por personas, seres
humanos, individuos al fin. En un mundo ideal no tendríamos que hablar de
inclusión social, pues hacerlo implica que aún en el siglo XXI subsiste cierto
tipo de EXCLUSIÓN. Hay minorías,
etnias, comunidades, grupos humanos que incluso hoy no gozan de los beneficios
de una verdadera inclusión social. La exclusión es una realidad aun existente
para ciertos grupos minoritarios y ésta limita sus posibilidades de
interacción, de accesibilidad a los servicios a los que tienen derecho y, básicamente,
limita sus posibilidades de desarrollo, pues los seres humanos somos seres
esencialmente sociales. Uno de los grupos minoritarios que tradicionalmente se
encuentra excluido de los beneficios de una sociedad, es el perteneciente a la
discapacidad intelectual. Las personas
que pertenecen a este grupo (retardo mental, autismo y síndrome de Down) no
reciben servicios básicos de salud ya que se los considera como enfermos “de
nacimiento”, muchos de ellos no reciben servicios adecuados de educación por
considerarse como un desperdicio, tampoco son aceptados en la convivencia
diaria, pues por falta de conocimiento y temor a lo diferente, es muy probable
que se piense que no es apropiado tener un amigo, un empleado o un compañero
con discapacidad. Entendiendo que la inclusión social resulta crucial para el
desarrollo, sería apropiado incluirla como aspecto importante en el proceso
natural de desarrollo del niño, joven y adulto con discapacidad intelectual,
pues lograr que la inclusión social verdadera se dé, requiere de mucho trabajo
y de múltiples apoyos, además de un cambio drástico en la mentalidad de la
sociedad en general.
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